El apoyo del diezmo nos permitirá realizar tareas que, de otra manera, sería difícil llevar a cabo, tales como:
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Avivar la Evangelización.
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Atender con gratitud a sacerdotes enfermos o mayores de edad.
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Enviar a hacer estudios de especialización a algunos sacerdotes para capacitarlos en diversas áreas del servicio pastoral y así poder atender mejor al pueblo de Dios.
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Crear nuevos espacios para celebrar la fe y crecer en formación.